¡Adiós al cansancio!
Ya se trate de directivos o madres trabajadoras, deportistas o jóvenes que salen de fiesta: a todos les une el deseo de rendir al máximo. La metanfetamina parece satisfacer este deseo. Pero a este “subidón” físico y mental, que puede durar varios días, le sucede un “bajón” posterior con peligrosos efectos secundarios y consecuencias a largo plazo.
La metanfetamina (cristal) se elabora en pequeños laboratorios clandestinos que se encontraban originalmente en Europa, sobre todo en la República Checa. El material de partida es la efedrina/pseudoefedrina, la cual se extrae de medicamentos comunes. Las encuestas realizadas recientemente sugieren que existe una diversificación de las instalaciones de producción en las regiones fronterizas de los países checos limítrofes. Otra novedad es que la fabricación de esta droga también prolifera en los Países Bajos. La razón de ello es la entrada en escena de los cárteles mexicanos, ya que los márgenes de beneficio son demasiado tentadores.
La sustancia actúa principalmente en el sistema nervioso central interfiriendo con el metabolismo cerebral. Afecta principalmente a los neurotransmisores serotonina y dopamina. La metanfetamina atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica, aunque tarda mucho más en descomponerse. En consecuencia, los efectos suelen ser relativamente rápidos para el consumidor y la intoxicación puede durar mucho tiempo. Una dosis media provoca un “subidón” de hasta 16 horas. En dosis muy altas, es posible un efecto de hasta 70 horas. Lo mismo ocurre con los efectos secundarios, ya que la resaca puede durar varias semanas.
La metanfetamina produce principalmente una fuerte euforia, aumenta la autoestima así como la propensión a asumir riesgos y proporciona una pronunciada necesidad de movimiento. Al mismo tiempo, se suprimen el hambre, la sed y la propia conciencia corporal. Esta combinación crea un “sentimiento de invencibilidad”. La droga es muy adictiva y la dosis necesaria para alcanzar la sensación de felicidad se vuelve cada vez más alta.
La “sensación de fuerza” física y mental que produce la metanfetamina ha logrado que no solo se consuma en los locales nocturnos, sino que también forme parte de la vida cotidiana de personas en entornos de alto rendimiento. La metanfetamina la consumen personas de todas las clases sociales que no se sienten capaces de soportar la presión de su entorno. Entre ellas se encuentran tanto trabajadores por turnos como madres trabajadoras y directivos. La edad relativamente elevada de iniciación y consumo respalda estos hallazgos. Asimismo, se ha originado un nuevo grupo de consumidores en la recientemente establecida “escena Chemsex”. En este ambiente, la gente se reúne para “mejorar” su vida sexual o para vivirla desmesuradamente bajo la influencia de drogas químicas.
Aumento del consumo
Los estudios sobre aguas residuales del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) demuestran que el consumo de metanfetaminas ha aumentado. El número de personas que llega a los servicios de urgencias también respalda estos resultados. Las emergencias médicas producidas por la metanfetamina (cristal) van en aumento y muchas de ellas tienen un desenlace mortal. Tanto la dosis, difícil de predecir, como el aumento de la pureza de los productos desempeñan aquí un papel importante. Por otro lado, también hay consumidores que controlan bien su consumo y solo se drogan esporádicamente. El número de casos no registrados es muy elevado. La metanfetamina se vende y se comercializa principalmente a través de la “red oscura”, servicios postales y de reparto. El aumento de la euforia y la hiperexcitabilidad son factores de alto riesgo en la circulación por carretera. Los tests fiables de saliva para la detección móvil como el DrugWipe son herramientas seguras para identificar rápidamente a los conductores que circulan bajo los efectos de las drogas.
Tests rápidos de drogas para la detección de los consumidores de metanfetamina: el test de saliva DrugWipe los detecta de forma fiable. Contacte con nosotros. Le asesoraremos con mucho gusto.