Vuelve el éxtasis
La MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) fue, con la denominación de “éxtasis”, la droga dominante en el ambiente “rave” a partir de finales de los años ochenta. Su efecto estimulante y euforizante la convirtió en un popular acompañante en los eventos de música tecno. Al igual que dicho género musical, también la droga parecía haber pasado de moda en los últimos años.
El número de incautaciones de MDMA disminuyó sustancialmente hasta el año 2010.
Sin embargo, desde entonces se ha observado un repunte de las cifras. Al mismo tiempo, desde 2009 aumenta continuamente el contenido medio de principio activo de las pastillas de MDMA, tal como constata el Informe Europeo sobre Drogas 2018.1 Este se refiere al consumo en los siguientes términos: “La MDMA se consume a menudo junto con otras sustancias, entre ellas alcohol.
Actualmente existen indicios de que, en países con elevados índices de prevalencia, la MDMA ya no constituye una droga nicho o de subculturas cuyo consumo esté limitado a clubes nocturnos y fiestas de baile, sino que hoy en día es consumida por un amplio espectro de personas jóvenes en la vida nocturna habitual, como por ejemplo en bares y fiestas privadas”.
Nueva imagen para una sustancia antigua
Un estudio realizado en Noruega en 20172 revela un cambio de imagen del éxtasis hacia la MDMA. A ojos de muchos consumidores, el éxtasis es una sustancia del ayer, insegura e incluso peligrosa. En cambio, la MDMA, sobre todo en forma de cristal o de polvo, se percibe como segura y limpia. Esta percepción es errónea, puesto que el principio activo es el mismo. Es cierto que la pureza de las drogas disponibles es superior a la que existía antes.
Los consumidores de MDMA actuales tienen tendencia a considerarse más juiciosos y se distancian de la antigua cultura “rave”. Están presentes en los más diversos círculos y estratos sociales. Una curiosa historia recientemente publicada en prensa relataba el caso de unas amigas británicas de 50 años que servían MDMA en queso blando en sus cenas. Esta tendencia fue bautizada como “brieing” por los medios atendiendo a la variedad de queso utilizada, y demuestra que la droga no es consumida exclusivamente por jóvenes que salen de fiesta.
Reino Unido, Irlanda y Países Bajos son los países de Europa con mayor prevalencia de MDMA. Entre el 9 y el 9,2 % de los adultos de esos países han consumido MDMA como mínimo una vez en su vida. Con un 3,3 %, Alemania se sitúa en un término medio. Existen dos particularidades en cuanto al consumo: la MDMA es más popular en las grandes urbes que en ciudades pequeñas, y se consume con mayor frecuencia los fines de semana que entre semana. Así lo han revelado análisis de aguas residuales.3
Importancia para los controles de tráfico
Hoy en día, la MDMA está mucho más extendida socialmente que antes. Por consiguiente, durante los controles de aptitud para la conducción es preciso contemplar cada vez más el consumo de MDMA como una posibilidad. En términos químicos, la MDMA se engloba en el grupo de las anfetaminas/metanfetaminas, y por lo tanto es detectada de forma estándar por el test rápido de saliva
DrugWipe. En un lapso máximo de cinco minutos, mediante DrugWipe, se puede determinar si la persona testada se halla bajo la infl uencia de la MDMA.